Cuando Richard Trevithick construyó la primera locomotora en 1804 para fines mineros, jamás imaginó los alcances futuros de su invento: un transporte masivo de individuos, animales y mercancías que en algunos casos logra superar velocidades de más de 450 kilómetros por hora.  

Te queremos compartir entonces el significado de los trenes y su impacto en la vida económica, pública e histórica de México, el porqué de su extinción y la hazaña en la actualidad para colocarlos una vez más sobre los rieles. 

Imagen: Historia del Tren y el Ferrocarril.

A toda máquina

No es novedad el resaltar la evolución de un México, en términos de movilidad y de comunicaciones, a partir del periodo dictatorial de Díaz Mori.

Durante su mandato, el crecimiento y desarrollo de los trenes fue tal que, al concluir su dictadura en 1911, México alcanzó más de 20 mil kilómetros de vías ferroviarias.

Imagen: Pexels.

“Quien controlaba 
las vías garantizaba 
la movilización
(de las fuerzas)”.  

Francisco Gorostiza. 
Ingeniero civil.

Imagen: Pinterest.

Dónde ir.

México y la nueva ​era

Imagen: Pexels.

Los trenes presentan numerosas ventajas competitivas y de cuidado al medioambiente frente a otras formas de movilidad masiva. 

Simplemente, el desarrollo de una vía ferroviaria impacta en menor medida a su entorno que la construcción de una autopista de cuatro carriles, sólo por mencionar un ejemplo.

Pareciera que es poca esta diferencia de superficies entre la vía de un tren y la autopista pero no es así. Además, debemos considerar el número de personas que puede llegar a moverse en el primer sistema de transporte, ¡hasta 360 personas en un tren de alta velocidad! Muy distinto al autobús de pasajeros o al vehículo particular, en el cual, necesitas el mismo número de automóviles para mover a ese mismo número de personas con todo lo que en contaminación de CO2 implica.   

En general, los medios de transporte por carretera llegan a producir más del 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, frente a sólo el uno por ciento de lo que genera un sistema ferroviario. Y de las formas de movilidad masiva, el avión es el artefacto que más impacto negativo genera hacia el medio ambiente. 

CO2

40

veces más

50

veces más

CO2

Tren Maya

Imagen: trenmaya.gob.mx.

Moderno, necesario y polémico. Desde la presentación de uno de los magnos proyectos del actual gobierno federal de México, hasta su ejecución, el Tren Maya ha provocado todo tipo de reacciones. Sin embargo, la que más se siente en todo el país, con base en sondeos y en mediciones demoscópicas, es la de entusiasmo por sabernos dentro de la nueva y creciente visión mundial sobre la movilidad y el transporte “verde”.

Con el objetivo de activar tres tipos de servicio como lo son el de transporte masivo, transporte turístico y transporte de mercancías, el proyecto ferroviario en el sur del país fue oficialmente presentado a los gobernadores de la zona el 10 de septiembre de 2018 y desde entonces, con la limpieza y renovación de los derechos de vía existentes y con los nuevos trazos, inició la nueva era ferroviaria en México.

Historia

Una de las ventajas con las que ha contado la obra del Tren Maya es el rescate de las viejas vías que, en su momento, tuvieron que limpiar el terreno y deforestar con base en su trazo. Esto benefició a la zona y al proyecto en lo que respecta a trámites, costos, impacto ambiental y sobre todo, tiempo. 

Las haciendas del entonces llamado “oro verde”, que es el henequén o “ki” en maya, fueron los impulsores de este medio de transporte con fines meramente comerciales durante los últimos años del siglo XIX. Sin embargo, la llegada del plástico provocó la caída de esta industria que terminó también por abandonar el uso de los trenes que poco a poco se fueron deteriorando.

Si bien existió un intento por rescatar y utilizar las líneas del Ferrocarril Chiapas-Mayab y del Istmo de Tehuantepec posterior a la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México, en 1999, su tiempo de uso y de explotación fue de sólo seis años. Después del huracán Stan y de la destrucción que provocó a su paso, incluyendo la infraestructura férrea, la empresa cerró operaciones.

Imagen: Mediateca INAH.

Intentos

Desde el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto en 2012, hasta el gobierno de Roberto Borge en Quintana Roo que concluyó en 2016, las ideas, propuestas e intentos por desarrollar un sistema ferroviario de pasajeros a partir del sur, fueron nulos. No prosperaron. Incluso un tren que pretendía conectar a Querétaro con la Ciudad de México y que alcanzó el proceso de licitación, fue cancelado por los escándalos de corrupción que enfrentó el presidente Peña Nieto y uno de los constructores involucrados, Grupo Higa.

Promesa hecha realidad

Tres proyectos sobre infraestructura de gran alcance llamaron la atención durante los procesos electorales del 2018: la refinería de Dos Bocas, el desarrollo transístmico y el Tren Maya. Los tres hoy, en desarrollo y avance, y los tres bajo la supervisión personal del presidente Andrés Manuel López Obrador, su principal impulsor.

El proyecto del Tren Maya involucra a cinco estados que comprenden una de las zonas económicamente más limitadas del país: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Por lo que la idea de iniciar un plan ferroviario para todo el país, a partir del sur, permitió, permite y generará en el futuro una derrama económica por años esperada.

Con una distancia de más de 1500 kilómetros, el proyecto ferroviario del sur del país está conform​ado por 19 estaciones y 16 paraderos. El 95 por ciento del trazo del tren recorre derechos de vía ya existentes como vías férreas, de autopistas y de transmisión eléctrica.

“El turismo biocultural permite producir conservando y conservando produciendo”.

Carmen Arely Chin Cauich. 
Subdelegada indígena de la comunidad de Adolfo López Mateos.

Imagen: Revista Raudal.

Para continuar y fomentar aún más la comunicación entre comunidades, el Tren Maya ha considerado pasos peatonales, ciclistas y para pequeños vehículos así como la canalización de fibra óptica como sucede en las localidades de Maxcanú y Kopomá en el estado de Yucatán.

Con respeto a la conservación y al fortalecimiento del medioambiente, el proyecto ha generado puentes o pasos de fauna que permiten el libre tránsito de las especies y con esto el necesario equilibrio de la zona. 

El tren maya en números

La fabricación de los trenes se desarrolla bajo licitación ganada por el consorcio de Bombardier, Alstom, Gami y Construcciones Urales y se lleva a cabo en la emblemática e histórica fábrica de Ciudad Sahagún, Hidalgo; empresa con más de 69 años de servicio, 480mil metros cuadrados de extensión y más de 2mil locomotoras construidas en los últimos 17 años.

El diseño en el exterior de los vagones presume los colores y los trazos gráficos de la zona. Es sin duda un medio de transporte con alma y expresión maya.

Pasos de fauna

El equilibrio medioambiental es uno de los objetivos en la estructura ejecutiva del proyecto del Tren Maya. Además de promover la rehabilitación de ecosistemas degradados, particularmente en Áreas Naturales Protegidas, busca restaurar la conectividad biológica de áreas naturales para el cuidado de la flora y fauna y atacar, con la ley en la mano, el tráfico de animales “exóticos” y reducir la tala ilegal promoviendo el uso responsable y renovable del suelo. 

A partir de procesos necesarios para autorizar un proyecto de inevitable impacto ambiental, consecuencias y trabajos que permiten su rehabilitación, restauración y sustentabilidad, el Gobierno de México generó la MIA, que es la Manifestación de Impacto Ambiental con base en estudios y pronósticos relacionados, y que se entregó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Una vez que el proyecto fue autorizado por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, la obra continuó su desarrollo para convertirse hasta el momento en una de las más ambiciosas en términos de movilidad en América Latina.​ 

Para restaurar la intervención que el proyecto provoca en la zona se han construido más de 300 “pasos de fauna”; una especie de puentes o de túneles con flora y vegetación lo suficientemente anchos para el libre andar de las especies. 

Imagen: Educación Forestal.

Polémica

Hay una constante social en todo megaproyecto: desinformación y miedo. Componentes útiles para los grupos o colectivos que no están a favor de la obra en cuestión.

Todo proyecto de comunicación: carreteras, autopistas, aeropuertos, puertos marítimos y líneas ferroviarias, genera inevitablemente un impacto físico sobre la superficie y zona en la cual se desarrolla. La misión que deben perseguir cada uno de estos proyectos es precisamente la de impactar lo menos posible y generar así las condiciones, ejercicios y acciones para resarcir la intervención provocada.

En general, de todos los proyectos de comunicación mencionados, el ferrocarril es el que menos impacto genera sobre la zona y el que más amable es con el medioambiente.  
Sólo a “ojo de buen cubero”, el espacio que llega a ocupar una autopista de cuatro carriles (ocho en total con muro central y acotamientos) es por mucho mayor que lo que una vía ferroviaria puede ocupar. Pero no sólo eso, para transportar a 360 personas basta un tren a velocidades de hasta 160 kilómetros por hora (tren convencional) que no provoca tránsito pesado y mucho menos emisiones de CO2 por pasajero como sí lo generan los automóviles particulares o los autobuses. 

Una noticia “verde” sobre la tracción del Tren Maya es que casi el 50 por ciento es eléctrico, mientras que los tramos restantes con sistema híbrido (electricidad y diésel) pueden electrificarse en un futuro.    

Sin embargo, la falta de comunicación clara y la suma de materiales de desinformación que impulsan los grupos políticos opositores al actual gobierno, han generado polémicas y debates sobre deforestación e impacto en las especies, particularmente en la zona entre Playa del Carmen y Tulum. Zona que, hace unos días, recibió de un juez federal la suspensión definitiva de la obra hasta que el Gobierno de México presente la Manifestación de Impacto Ambiental correspondiente.

“Hemos notado que las dependencias hacen los estudios del suelo, de la flora y fauna y no hay tal ecocidio como se dice”.

Tony Kinil. Ejido Jacinto Pat, Tulum. Cenote Los Monos.

Economía

El Tren Maya conectará los grandes centros turísticos y a las comunidades rurales. Será un medio de transporte para lugareños, turistas, comerciantes y empresarios, además del servicio de carga que proporcionará para bienes y productos.  

Esta posibilidad económica que activarán las líneas ferroviarias con sus estaciones, sumará al turismo comunitario y al comercio colectivo, más allá del medio millón de empleos que la obra generará en su totalidad. 

Imagen: trenmaya.gob.mx.

Imagen parcial: Bien MX.

El transporte público del futuro

Cada día los ciudadanos en México se convencen de que la mejor manera de transportarse en una ciudad es con el uso de la bicicleta y del transporte público. Y mejor aún si se combinan ambas modalidades en algo que algunos gobiernos empiezan a desarrollar bajo el nombre de “movilidad integral”.

Ha sido y es todavía un camino cuesta arriba. Algunos ciudadanos empeñados y apegados al automóvil, no ven las ventajas que implica el moverse con una bicicleta como lo son la salud para el usuario, la aportación al cuidado del medio ambiente y la enorme reducción en tiempos de traslado. Lo mismo sucede con un transporte público digno y eficiente, que tiene la posibilidad de mover a mucho más personas con menos emisión de CO2 que la opción del auto particular.

Trenes por aquí y por allá

Justo uno de los vehículos que hoy en día transporta a miles de personas en países de Asia y de Europa, es el tren.  

Desde trenes convencionales que con diésel o electricidad pueden recorrer largas distancias a 160km/h, hasta súper trenes como el Maglev de Shanghái en China que tiene la capacidad de moverse a 450km/h, esta forma de movilidad se ha convertido en la opción del futuro a partir de un vibrante presente con proyección, avances tecnológicos e inversión.

Once líneas para el 2050

Para México, la noticia de una evolución en la forma en la que nos movemos, sin necesidad de lastimar todavía más al medioambiente con la construcción de anchas autopistas, llegó con la proyección y construcción del Tren Maya. Sin embargo, hasta hace sólo unos días, existía una duda en muchos ciudadanos a favor de la movilidad integral y ecológica: “¿Y después del Tren Maya, qué?”.

Durante la mañana del 3 de febrero de este año, el diputado federal por el partido Morena, Miguel Torruco Garza, compartió en su cuenta de Twitter el proyecto ferroviario para todo México y que se presume es propuesta del partido que representa.

El proyecto ferroviario consta de 10 líneas que recorren todo lo largo y ancho del país, que se conectan naturalmente con el actual desarrollo en el sur de México para sumar en total 11 y que podrían estar funcionando en su conjunto en el año 2050, es decir, en 28 años (cinco sexenios).

A continuación, te presentamos este ambicioso proyecto que marca una nueva era de la movilidad en México y cómo nuestra cultura sobre el transporte público dentro y fuera de las ciudades, cambiará para mejorar nuestra calidad de vida y la de todo nuestro planeta.

Con base en este proyecto, la ruta más extensa es la del Tren del Pacífico con 4 mil 700 kilómetros de longitud y que cubre 10 estados del país, desde Baja California hasta el estado de Chiapas.  

Otra línea muy interesante es la rosa, que conecta el estado norte de Chihuahua con la costa de Michoacán en Lázaro Cárdenas.

Para el estado céntrico de Puebla, este proyecto ferroviario lo pone “a un paso” de la CDMX y de Veracruz, mejorando aún más la conectividad entre estas entidades, pero ahora de una manera más segura y ecológica. 

Imagen: Estación Palenque. trenmaya.gob.mx.

Con la promesa por parte del Gobierno de México de entregar el Tren Maya en noviembre del 2023, el resto del proyecto ferroviario que busca conectar a todo el país, será responsabilidad de las administraciones posteriores con las siguientes propuestas de nombres:

Tren del Pacífico

Ruta del Chepe

Tren Occidental

Tren Oriental

Tren Transversal

Tren del Golfo

Tren del Bajío

Tren del Centro

Tren del Istmo

Tren de Oaxaca

Tren Maya

Un proyecto de esta envergadura es lo que nos pone orgullosos como mexicanos. En nosotros está apoyar a las autoridades correspondientes para concretarlo y alcanzar así una movilidad más rápida, más segura y además, con base en los compromisos adquiridos con la Agenda 2030, más amable con el medioambiente.  

¡Bien MX!